Por Arturo González Alanís
Al menos 70 transportistas de carga de materiales pétreos, de siete centrales obreras, sindicatos y organizaciones, se quejaron de la alcaldesa de Ixmiquilpan, Araceli Beltrán Contreras, porque no ha cumplido su compromiso de contratarlos y por tanto no les ha dado trabajo en las diferentes obras ejecutadas por la presidencia municipal.
Las inconformidades alentaron una manifestación de protesta, el martes 23, en la explanada de la Plaza Juárez de la ciudad y calles aledañas, donde los transportistas aparcaron camiones de volteo y pipas para agua, así como camionetas tipo pickup, para exigir audiencia con la presidente municipal.
Ahí estuvieron transportistas ixmiquilpenses, afiliados a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), Confederación de Trabajadores de México (CTM), Sindicato de Trabajadores de la Industria del Autotransporte, Construcción, Similares y Conexos (STIATC), entre otros, a su vez agremiados de Sindicatos Unidos.
Todos se dedican al acarreo de grava, arena, piedra, cascajo, chapopote, cemento, cantera y tezontle, entre otros materiales pétreos, además de agua, siendo su principal fuente de ingresos la participación en aquellas obras ejecutadas por la administración pública, sobre todo en el nivel municipal.
En ese sentido, recordaron algunos de los manifestantes que, cuando andaba en campaña proselitista, la misma Araceli Beltrán les prometió participación en las obras que sean ejecutadas por la administración municipal, disque para fortalecer la economía de las familias del sector y “para acabar con el negocio de unos cuantos”.
Pero, por lo contrario, dijeron saber los inconformes que los acarreos de materiales son “acaparados o monopolizados”, presumiblemente por consentimiento de Araceli Beltrán, supuestamente en favor y para provecho de algunos familiares, amigos y personas cercanas al círculo político de la misma alcaldesa.
“La señora presidenta municipal sólo le da los trabajos de acarreo de materiales a sus consentidos y a sus cuates”, señalaron algunos de los transportistas, visiblemente indignados, exigiendo a su vez “que cumpla sus promesas de campaña, sea pareja y nos dé trabajo a todos, no únicamente a unos cuantos”.
Inclusive, algunos de los inconformes se atrevieron a decir que uno de los presuntos beneficiados, con los acarreos y materiales y renta de camiones de carga, es una persona cercana a la familia de Araceli Beltrán, con lo cual han acaparado ese tipo de servicio público, dejando sin oportunidad de trabajo a los verdaderos transportistas.
En ese sentido, también se quejaron de los síndicos procuradores del ayuntamiento, hacendario y jurídico, Álvaro López Hernández y Carlos Eduardo Portillo García, respectivamente, “porque no han tenido el valor de denunciar ese tipo de prácticas ni ante el cabildo y mucho menos públicamente, siendo que su trabajo es revisar el transparente manejo de los recursos del municipio”.
Ante esa situación, Araceli Beltrán no dio la cara a los manifestantes, como ocurre la mayoría de las veces, limitándose la alcaldía a emitir un comunicado, señalando que “un grupo de sindicatos de camioneros busca sitiar el centro de Ixmiquilpan (…), pretenden que el gobierno municipal ceda a la presión de sus condiciones para obtener beneficios personales a través de acarreos de material entre otros servicios”.
Inclusive, al siguiente día de la movilización de protesta, la alcaldesa trató de minimizar aquel problema social, al decir ante el Pleno del Coplader que “un grupo de no más de 30 transportistas” mediante presiones pretendió conseguir “beneficios personales” pero no aclaró qué organizaciones o qué empresas o qué personas son contratadas por su administración para el acarreo de materiales en las obras públicas.
