Por Carlos Camacho
El municipio de Atotonilco de Tula se ha convertido en recurrente escena de una serie de hechos delictivos que han provocad inquietud en sus habitantes.
Apenas este fin de semana, los cuerpos de seguridad estatal, junto con elementos del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional, aseguraron 240 mil litros de combustible, tras tracto camiones que remolcaban pipas cargadas de gasolina y detuvieron a tres personas, como presuntos responsables del robo de las gasolinas.
No obstante, también aparecieron otras 13 tomas clandestinas en distintos puntos de la entidad, lo que refleja que si bien las autoridades continúan con el combate a este tipo de actividades, los delincuentes no se inhiben y por el contrario hasta echan mano de la tecnología y el ingenio para construir túneles desde donde continúan con esta irrefrenable y fructífera actividad, que mantiene a Hidalgo entre los primeros lugares de robo de gasolinas y número de ordeñas.
Una semana atrás, un grupo armado irrumpió en una cancha deportiva de la colonia Praderas, donde abrieron fuego contra los asistentes y dieron muerte a tres personas e hirieron a otras seis. En los días subsecuentes se habló de u aumento en el número de fallecidos.
Atotonilco de Tula, un municipio de la región Tula-Tepeji, se ha convertido en un “foco rojo” para el estado, donde la inseguridad, la trata de blancas, los secuestros, los feminicidios y los robos a casas habitación, van en aumento. Es por la disputa de la plaza entre grupos de la delincuencia organizada, opinan algunos lugareños.
Este fin de semana se realizó una reunión de evaluación, en la que se anunció una inversión de 56 millones de pesos para reforzar las tareas de seguridad y el encargado del despacho de la Procuraduría General de Justicia, Santiago Nieto Castillo, que toma los fines de semana para “hacer grilla” en su natal Querétaro, en favor de su “carnal” Marcelo Ebrard, dijo que se han recibido 657 denuncias por delitos diversos.
Peor aún, luego de la balacera en Praderas, se difundió un video en el que un presunto grupo armado, da un plazo d 48 horas a las autoridades para dar con los responsables el ataque en la cancha deportiva.
La zona se ha “calentado” sobremanera y los esfuerzos de las autoridades, si bien encomiables, han sido superados por los delincuentes que siguen cometiendo ilícitos de todo tipo y han sentado sus reales en la región, donde la actividad de los huachicoleros se ha diversificado, para intranquilidad de los lugareños.