Por Miriam Camacho
El problema de los baches ha sido el “coco” de cada administración, gobiernos van y vienen y los baches nunca se acaban, más tardan en “repararlos” que en lo que ya surgieron nuevos hoyos en las principales vialidades de todo el estado, pero principalmente en Pachuca y la zona metropolitana.
Si bien el desgaste de las vialidades con el constante tráfico es natural, también es cierto que no es una situación que se quiera resolver a futuro pues entre mejor calidad más caro, por ello, muchos políticos evitan el gasto. Colonos, transportistas, automovilistas, peatones, ciclistas y demás usuarios de las vía pública han tenido un desencuentro con algún bache; desde averías y ponchaduras en sus vehículos hasta accidentes y problemas de salud derivado de estos mismos.
Al inicio de la actual administración en Pachuca, se habían detectado mil 500 calles y avenidas en mal estado, se logró intervenir en 500 de ellas, sin embargo no hay dinero que alcance pues en su momento el presupuesto para este rubro era de 9 millones de pesos y se requieren entre un millón 500 mil y 2 millones para apenas arreglar una calle a largo plazo; según estimaciones realizadas en 2020, se necesitan alrededor de 100 millones de pesos para atender esta problemática de manera efectiva en la capital hidalguense.
La respuesta de las autoridades es siempre que se va a resolver, pero no toman cartas en el asunto, ¿Cómo llamar la atención más allá del oficio, la queja y las súplicas en cada campaña para resolver el problema?.
Al respecto, un grupo de vecinos de la colonia San Bartolo de Pachuca, decidió hacer una protesta inusual, llevó pastel a un bache con más de 20 años para cantarle las mañanitas y echarle porras para ver si con ello las autoridades ahora si voltean a ver la calle Prolongación Yucatán y muchas otras que llevan años en mal estado, pues por lo menos en este tramo ha ocasionado hasta la rotura de pie de una de las transeúntes e infinidad de averías a los vehículos que circulan por esta vía.
Han intentado mediante oficio, a través de audiencias, con la iniciativa privada, entre otros y simplemente han sido ignorados, algunos de los baches “tapados” han sido mal reparados por lo que solo lucen cemento sobre cemento y los hoyos aún son perceptibles, “vienen las lluvias y los invito a ver cómo quedará esto después de la temporada de aguaceros”, sugirió Javier Jiménez Vargas, otro de los vecinos afectados.
“Sólo nos dan mejoralitos”, lamentó Tania Fernández una de las afectadas de la zona quien también dijo que ha habido personas que se han lesionado por las calles en mal estado, la última “reparación” fue aproximadamente hace 10 años pero con las lluvias el bache volvió a quedar y hace tres años se realizó bacheo pero en la Calzada Veracruz, que está más abajo de donde exhibieron el bache del 20 años.
Con esta peculiar manera de manifestarse, sí hubo reacción de las autoridades pues al lugar llegaron dos elementos de la policía municipal de tránsito y vialidad de Pachuca para cuestionar porqué habían cerrado la calle, amablemente los colonos les dijeron su inquietud y hasta les ofrecieron pastel, los policías no lo tomaron e hicieron su trabajo de preguntar por qué y quiénes organizaban para pasar su reporte a las instancias municipales correspondientes.
Este problema afecta a unas 1000 familias de la zona según sus estimaciones y hacen un llamado para que apoye quién pueda hacerlo, sea gobierno estatal, municipal o empresarios pues ya no saben de qué manera hacer notar su descontento por esta situación.
Por otro lado, Joseph William Allen, un estadounidense radicado en Pachuca manifestó su asombro ante las condiciones en las que se encuentran las calles de la ciudad, si bien hay muchos aspectos de su natal Estado Unidos que no le parecen bien, sin duda reconoció que las calles en el país de primer mundo no están así. Fue realmente sorprendente para él caminar por calles con banquetas improvisadas y calles con hoyos, hasta foto del recuerdo tomó para enviarlo a sus familiares y apreciaran las diferencias.
Para los mexicanos es “normal” ver vialidades así y se acostumbran a vivir con lo que hay, sin embargo, no quitarán el dedo del renglón para que las autoridades volteen a ver estos problemas y se apliquen sus impuestos en lo que realmente afecta e impacta su día a día.
La recomendación de especialistas para el bacheo emergente o rutinario es la aplicación de mezcla de asfalto en frío pues no se requiere de calor para la colocación por lo que tampoco se necesitan máquinas especiales y se puede aplicar durante cualquier estación del año, incluso bajo la lluvia; solo se vacía, acomoda y compacta con rodillo o pisón.
Esta técnica también reduce costos puesto que la mezcla en frío no se desperdicia dada su composición densa y suave que permite un buen manejo sin importar las condiciones del clima además de que se puede almacenar por largos periodos sin perder sus propiedades originales, otra bondad es que permite la circulación de vehículos minutos después de ejecutados los trabajos, esto sin riesgos de desgranamiento o desprendimiento por adherencia de la mezcla en las llantas de los autos.
Las variantes respecto de este problema son diversas, desafortunadamente todas negativas; en cada campaña es bandera política a sabiendas de que es un reclamo generalizado y añejo sin embargo, una vez en el poder, ya no hay quien atienda este malestar social, por falta de presupuesto, por la creciente densidad poblacional, por el aumento de vehículos, por el clima y demás pretextos, es que los baches en la zona metropolitana seguirán dando de qué hablar.